
Otra joya de
Stefan Zweig. Una obra delicada y narrada con una elegancia y exquisitez sublimes. Vemos a un viejo y excéntrico librero, Jakob Mendel, que pasa de estar cada día sentado en la misma mesa del café Gluck y haciendo gala de su memoria enciclopédica sirviendo a clientes que le piden libros y datos a sobrevivir en un campo de concentración y morir en la miseria.
Corta pero intensa.